viernes, 13 de enero de 2012

entenderé que necesitaba huir, para valorar el luchar...

He aprendido a afrontar los problemas, a no derrumbarme ante ellos por muy grandes que sean, he aprendido a contener lágrimas durante meses, a ser feliz y a partir de mentiras, he llenado miles de vasos observando como sin hacer nada... acababan vacíos, también he aprendido a no volver la vista atrás, a no arrepentirme de nada de lo que haga, a aceptar mis sentimientos y vivir con ellos, o darle la cara a los miedos, a no huir. Pero hay un día en que de nada sirve lo aprendido, de nada valen todos esos escalones que has estado subiendo, porque hay un día en que tropiezas y caes. Y ahora por una vez no voy a ser esa chica valiente que aguante lágrimas, ahora voy a correr, voy a huir de todo cuanto no quiero escuchar ni ver, y lo siento, pero deseo que no llegues a ese momento en que las fuerzas acaban, en que aunque sonrías, aunque imagines el mejor lugar de tu vida, las lágrimas no se contengan. Así que sí, aquella a la que a partir de ahora llamaréis cobarde puede que sea yo, sí, aquella que corre y corre sin dejar de llorar, aquella que acepta lo que hay y lo vive como se merece, y si tiene que llorar... pues llora, y si tiene que correr... correrá sin parar. No pienses que soy débil, no lo pienses porque no es así, pero necesitaba saber lo que se siente al huir, y ¿sabes qué? Que no ha servido de nada, sigo con el dolor en mí, sigo corriendo sintiéndome más débil con cada paso que doy, así que nada... voy a detenerme, a volver la vista atrás, y a volver a subir de uno en uno, todos los escalones de los que caí un día, y cuando llegue al final, entenderé que necesitaba huir, para valorar el luchar.
soy una luchadora

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