Desgraciadamente para mí, yo no te he olvidado, pero tu de mí lo hiciste hace tiempo. No sentías nada y aún así me seguiste hiriendo con un amor falso, lleno de mentiras y engaños, lleno de melancolía y tristeza.
Ya no me queda nada.
El simple recuerdo de tu mirada me hunde en mi propia miseria, la que un día creí que nuestro amor sería para siempre. Me equivocaba. Me engañabas. Me utilizabas. Era frágil e inocente. Y me engatusabas con cualquier cosa, un beso, una carta, un poema. Cualquier bobería bastaba para hacerme caer en la tentación de tus palabras.
Sinceramente, me lo esperaba, pero pensaba que tardaría en llegar el momento en el que la paz en mi vida acabaría, en el que los momentos perfectos se quedaban atrás.
Me siento mal, por pensar que soy una ilusa, nunca me sentiré bien ya que el sufrimiento es duro y la herida es muy profunda, no basta con unos puntos, ni con cirugía, ni con otra operación que se le parezca. Simplemente basta con que tú vuelvas a ser el mismo, la misma persona de la que me enamoré. Que atrases el tiempo y cambies todo lo que hiciste mal. Yo te perdonaré como siempre lo he hecho. Porque me conoces y te conozco, sé como eres, y sé como tratas a las personas que amas. Y si el caso es que no me amas, no dejes que te dé mas oportunidades, porque me harás sufrir a mi.
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